El Tratado de la Unión Europea, en vigor desde 1993, preveía la creación de una Unión Económica y Monetaria con la introducción de una moneda única. De ella formarían parte los países que cumplieran una serie de condiciones; se introduciría de forma gradual. La fecha inicialmente prevista se fue retrasando. Finalmente, los estados miembros de la Unión Europea acordaron el 15 de diciembre de 1995 en Madrid la creación de una moneda común europea -bajo la denominación de "euro"- con fecha de puesta en circulación en enero del año 2001.
Sin embargo, debido al período de fabricación requerido para los nuevos billetes y monedas, las antiguas monedas nacionales, a pesar de haber perdido la cotización oficial en el mercado de divisas, permanecieron como medio de pago hasta el 1 de enero de 2002, cuando fueron reemplazadas por billetes y monedas en euros. Tanto las monedas como los billetes tuvieron un período de coexistencia con las anteriores monedas nacionales hasta que fueron retiradas de la circulación. Este período de coexistencia tuvo diferentes calendarios en los países que adoptaron el euro.
Los billetes —de 5, 10, 20, 50, 100, 200 y 500 euros— son idénticos para los dieciséis países. Las monedas —de 1, 2, 5, 10, 20 y 50 céntimos y 1 y 2 euros— tienen el mismo anverso en todos los países pero distinto reverso. A partir del año 2005, una directiva de la UE permite acuñar todos los años una moneda de dos euros conmemorativa en cada país de la zona euro. Las monedas, sea cual sea su reverso nacional, son de validez en cualquier país de la zona euro.
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