El 3 de julio de 1927 se realizó un pleibiscito en la localidad de Cerro Chato, en Uruguay, que más allá de la finalidad por la que fue realizado— decidir la jurisdicción del pueblo ya que se lo disputaban tres departamentos— singularizó al Uruguay en América del Sur ya que fue la primera vez que la mujer ejerció el derecho de voto.
La Corte Electoral dictó un decreto con fecha mayo 31 de 1927, donde se autorizaba la realización del plebiscito, señalando en su artículo 10: “Las personas sin distinción de nacionalidad y sexo que deseen intervenir en el plebiscito deberán inscribirse previamente en el Registro que abrirá la Comisión Especial Parlamentaria” señalaba luego que “el período inscripcional comenzará el 5 de junio próximo y durará hasta el 28 del mismo mes”. Luego de expresar una serie de normas a las cuales deberían ajustarse los votantes, se expresaba: “Los Consejos departamentales de Durazno, Florida y Treinta y Tres, podrán intervenir por medio de igual número de delegados, en el contralor de todos los actos plebiscitarios”
La votación se cumplió el domingo 3 de julio de 1927, mediante voto secreto observando todas las formalidades que al respecto establecía la Ley de Elecciones, incluyendo el voto femenino, cosa que ocurría por vez primera en Sudamérica. Un trabajo realizado por el Centro de Estudios Históricos de Cerro Chato señala que la primera mujer en reivindicar su derecho a ejercer la ciudadanía no fue uruguaya, sino de origen brasileño, una inmigrante de color de 90 años de edad, llamada Rita Ribeira.
El plebiscito se realizó con total orden, salvo por un manifiesto que dio a conocer una Comisión de Vecinos de Treinta y Tres, en su mayoría integrada por damas, lideradas por Bernardina Muñoz. La proclama expresaba: “Nosotros tenemos un arma notable: La abstención. Hemos de esgrimirla cerrochatenses para cruzar el paso a las burlonas turbas de reclutados que quedarán absortas en su deleznable posición mercenaria”. Luego decía: “…por el derecho de Treinta y Tres que flamea airosamente en todo el progreso de Cerro Chato; por el afecto a nuestra causa que es tan respetable como el mismo honor; por el decoro de nuestra democracia que aborrece las mascaradas electorales: Absteneos”
En cambio, la Comisión de Mujeres de Durazno que realizó una fervorosa campaña electoral a favor de la unificación de todo el territorio para el citado departamento, estaba liderada por Modesta Fuentes de Soubirón, conocida por mantener una áspera polémica con el diario El País de Montevideo, a raíz de una publicación donde se ponía en tela de juicio la capacidad ciudadana de las mujeres y en especial de las de Cerro Chato.
En ese marco, en la localidad se vivió un clima de elección nacional más que de plebiscitaria, motivando una dinámica distinta en el pueblo. Cerrado el horario de votación se cumplió con el escrutinio.
Sin embargo, los resultados del plebiscito nunca fueron tomados en consideración por las autoridades de la época, y la iniciativa de anexión se perdió en el tiempo manteniéndose hoy la misma situación que en 1927, salvo que en los pobladores se aprecia un sentido de pertenencia comarcana, producto de los lazos que los vinculan a los tres departamentos.
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