Rudolh Hess fue el jefe del partido nazi y Ministro de Estado ocupando casi todas las carteras, excepto de guerra y política exterior, y se convirtió en segundo en la jerarquía nazi.
El 10 de mayo de 1941, a bordo de un caza que pilotó el mismo, viajó a Escocia para negociar la paz con los ingleses y así poder luchar en un único frente contra la Unión Soviética (aunque existen varias teorias de los motivos, esta es la mas difundida). Es hecho prisionero y recluido hasta el final de la guerra.
Después de su estancia en el Reino Unido, Hess tuvo que ser devuelto a su país al final de la guerra, no en calidad de héroe, sino de criminal de guerra.
Fue juzgado en Nuremberg a causa de todas las decisiones que tomó y firmó en su cargo de ministro durante el régimen nazi, siendo condenado a cadena perpetua el 1 de octubre de 1946 y recluido en la prisión de Spandau, en la zona aliada de Berlín. Decaído y demacrado físicamente, fue inconsistente y exhibió reiteradamente lagunas mentales.
Tras la puesta en libertad de Albert Speer en 1966, Hess quedó como único preso de la cárcel de Spandau durante más de 20 años, hasta su muerte. En los años 80, el caso Hess dividió a la opinión pública británica acerca de su posibilidad de excarcelarlo, pero la justicia hizo oídos sordos a estas corrientes de opinión, empecinándose en mantener en prisión a Hess a pesar de los gastos que originaba a la Corona por su manutención e infraestructura carcelaria.
Sus guardianes decían que su salud mental estaba muy deteriorada y que había perdido la memoria. En los últimos años de su vida se intensificó el debate acerca de su liberación por razones humanitarias, pero el gobierno británico mantuvo su decisión de no proporcionarle la libertad. Sin embargo, Hess murió repentinamente el 17 de agosto de 1987, a los 93 años de edad. La autopsia determinó que había muerto por estrangulamiento, afirmando que se trataba de un suicidio. La familia dudó de la tesis oficial y encargó una segunda autopsia, que determinó que su muerte fue por asfixia y no por suspensión. El misterio rodeó la muerte de Rudolf Hess, dudándose entre la tesis oficial (el suicidio) o el asesinato.
El 20 de julio de 2011 es desmantelada su tumba en la localidad bávara de Wunsiedel, después de que la comunidad cristiana de la localidad denegara a sus familiares la prolongación del arrendamiento de su tumba. El cadáver es incinerado esparciendo sus cenizas en alta mar.
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