Wolfgang Amadeus Mozart falleció el 5 de diciembre de 1791 después de una
corta pero intensa enfermedad. Hay dudas en cuanto a cuál fue la
enfermedad que causó la muerte del compositor y qué ocurrió en el tiempo
inmediatamente anterior. El siempre afirmó, en sus últimos días, que estaba siendo envenenado. Murió en Viena, en su apartamento de la Rauhensteigasse, y el funeral se celebró al dia siguiente, 6 de diciembre de 1791.
Los preparativos del funeral fueron llevados a cabo por el amigo y patrón de Mozart el barón Gottfried van Swieten.
Aconsejada por sus asesores y debido a su precaria situación económica,
su esposa Constanze aceptó un entierro de tercera categoría, con un coste de ocho
florines con cincuenta y seis kreutzer (más un suplemento de tres florines para el coche fúnebre), lo usual para miembros de la burguesía media. Fue enterrado al anochecer, siendo trasladado el féretro en coche de caballos hasta el cementerio de St. Marx en Viena, en el que recibió sepultura en una tumba comunitaria simple (no en una fosa común). El tiempo que hacía aquella noche era suave y tranquilo, no tormentoso como se ha pensado erróneamente. El biógrafo Otto Jahn afirmó en 1856, al entierro asistieron Antonio Salieri, Franz Xaver Süssmayr, Gottfried van Swieten y otros dos músicos.
Al parecer, el día 10 de diciembre tuvo lugar una ceremonia en memoria de Mozart en la iglesia de San Miguel, sede de la Congregación de Santa Cecilia de los músicos de la corte, donde se interpretaron fragmentos del Réquiem (concretamente, el Introitus y el Kyrie eleison).
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