A modo de curiosidad, la expedición fué organizada para llegar al Polo Norte, pero fue cancelada al saberse que Robert Peary se les había adelantado. Fue entonces cuando se decidió aprovechar el operativo para intentar llegar al Polo Sur.
El 14 de enero de 1911 Amundsen instaló su campamento base, llamado Framheim, en la bahía de las ballenas, en la barrera de hielo de Ross.
Él y su equipo crearon depósitos de víveres en el camino que les llevaría al centro del Polo Sur. Los depósitos servirían para almacenar víveres, necesarios para el viaje al Polo, que había sido planificado para la primavera austral siguiente. Estos viajes para crear los depósitos dieron a Amundsen una buena idea de las condiciones en la barrera de hielo de Ross, y además la ocasión de probar el material. La barrera de hielo de Ross se mostró como una excelente superficie para usar los esquíes y los trineos tirados por perros, el medio de transporte escogido por Amundsen. Los depósitos creados contenían aproximadamente 2.750 kg de víveres para el largo viaje al Polo.
Amundsen realizó una salida hacia el Polo el 8 de septiembre de 1911, ya que observó una mejoría en el tiempo, así como un aumento de la temperatura. Poco después de su partida la temperatura cayó hasta los -51 °C. Cuatro días después decidió dejar en uno de sus depósitos la mayor parte de los víveres cogidos para el viaje y regresar a Framheim a esperar que hubiera mejores condiciones. La vuelta a Franheim se desarrolló en unas condiciones atroces, pero lograron llegar a su punto de partida.
El 19 de octubre lo volvieron a intentar, llevándose cuatro trineos y cincuenta y dos perros. Tras llegar al borde de la meseta Antártica, acamparon y sacrificaron veinticuatro perros. Algunas de las carcasas fueron dadas a los perros restantes.; los hombres comieron también, pero guardaron el resto para el viaje de vuelta, enterrando muchas carcasas en la nieve para conservarlas. La marchase reanudó el 25 de noviembre, pero el mal tiempo ralentizó los progresos en la región llamada "la sala de baile del Diablo", con una superficie llena de grietas.
El día 14 de diciembre de 1911, a las tres de la tarde, alcanzaron el Polo Sur. Amundsen montó un refugio y se encargó de dejar rastros en la zona para que su hazaña fuese incontestable. Luego renombró la meseta Antártica como meseta del rey Haakon VII. Amundsen y sus hombres estuvieron de regreso en la bahía de las ballenas el 25 de enero de 1912, después de una distancia de 2.824 km que recorrieron en 94 días (56 de ida y 38 de vuelta) con una media de 30 km diarios. Aún les quedaban 11 perros, y la buena organización del viaje permitió a los hombres hacer caso omiso de algunos depósitos de víveres.
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