Grigori Yefímovich Rasputín fue un místico ruso con una gran influencia en los últimos días de la Dinastía Romanov. Conocido tradicionalmente como Rasputín, fue conocido también como "el Monje Loco".
En su lugar de origen pretendía darse una apariencia de Jesucristo y tenía fama de sanador mediante el rezo, razón por la cual y gracias a una amiga de la zarina llamada Anna Výrubova, en 1905 fue llamado al palacio de los zares para cortar una hemorragia de su hijo único Alexis Nikoláyevich, que padecía de hemofilia. Efectivamente mejoró —algunos investigadores sostienen que fue mediante hipnosis— y la familia Romanov, especialmente la zarina Alejandra, cayó bajo la influencia de este controvertido personaje.
El príncipe Félix Yusupov y el primo del zar, el gran duque Demetrio Románov decidieron finalmente asesinarlo en Petrogrado la noche del 29 de diciembre de 1916 para acabar con su influencia sobre la zarina de origen alemán. Rasputín murió 24 días antes de haber cumplido los 48 años de edad. El príncipe Yusúpov escribió posteriormente un relato en donde contaba punto por punto los sucesos ocurridos en la última noche de Rasputín. Al parecer el monje ruso primero fue envenenado y más tarde tiroteado, y cuando lo creían muerto, envolvieron su cadáver en una alfombra y lo tiraron al río Neva. Pero luego, en la autopsia, se descubrió que murió ahogado.
Había numerosos rumores en torno a él que decían que era una persona licenciosa y de que se lo había visto numerosas veces borracho y en compañía de prostitutas. Sus relaciones con sus discípulos, sus visitas de alcoba, en su mayoría mujeres de la alta sociedad rusa, también eran polémicas. Se decía que poseía un pene de 40 cm de largo. Sin embargo los historiadores no han encontrado pruebas concluyentes que demuestren todos esos rumores.
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