El 21 de diciembre de 1988 un vuelo regular de la compañía aérea estadounidense Pan American World Airways explotó en el aire cayendo sus restos sobre la ciudad escocesa de Lockerbie. Murieron las 259 personas que viajaban a bordo y 11 personas más en tierra. El desastre ocurrió en un avión Boeing 747-121.
El avión volaba desde el Aeropuerto Internacional de Franckfurt al aeropuerto de Heathrow en Londres, y de allí al Aeropuerto Internacional John F. Kennedy de Nueva York. La explosión ocurrió durante el vuelo desde Londres a Nueva York, 38 minutos después del despegue, y fue debida a un explosivo plástico de entre 340 y 450 gramos colocado en un radiocassette dentro del equipaje del compartimento de carga anterior, desencadenando una secuencia de eventos que llevó a la rápida destrucción de la aeronave. La explosión en la bodega nº1, debajo de la cabina hizo que toda la parte delantera de la aeronave, la cabina de mando, se desprendiera completamente del resto, causando que esta cayera en vuelo libre por dos minutos antes de chocar a tierra. El resto del fuselaje despidió personas en sus asientos al realizar una espiral y luego se estrelló en los arrabales de la ciudad.
Vientos de 100 nudos (190 km/h) desparramaron víctimas y escombros a lo largo de un corredor de 130 km sobre un área de 2189 km². El número total de víctimas ascendió a 270 personas de 21 países, incluyendo a 11 personas en la ciudad de Lockerbie.
Dos ciudadanos libios fueron acusados por el atentado, pero al no tener buenas relaciones con el Reino Unido desde que en 1986 aviones estadounidenses bombardearan Trípoli, Libia se negó a entregar a los sospechosos, por lo que la ONU estableció sanciones contra el país a partir de 1992.
No hay comentarios:
Publicar un comentario