El terremoto de Acapulco de 1907 fue un intenso seismo registrado el 14 de abril de 1907 alrededor de las 11:30 p.m. Tiempo del Centro (05:30 UTC), en las costas del estado de Guerrero en el sur de México. El epicentro tuvo lugar muy cerca del puerto de Acapulco teniendo una magnitud entre los 7,9 y 8,2 grados en la escala de Richter.
Acapulco y otras comunidades cercanas a la costa fueron las poblaciones más afectadas. Este movimiento telúrico tiene relevancia ya que estuvo acompañado posteriormente por un tsunami que devastó en grandes proporciones las costas del estado de Guerrero. Es considerado como uno de los seismos más fuertes registrados en México a principios del siglo XX.
Muchas de las familias que habían perdido su hogar con el seismo o simplemente habían decidido no regresar a éstos por sus severos daños, optaron por acampar provisionalmente en el Zócalo de la ciudad y en las calles centrales. Media hora después del seismo, se registró un tsunami que devastó la población, provocando la entrada de violentas olas y trayendo con ellas, embarcaciones hasta donde lo que hoy es la importante avenida Cuauhtémoc (Zona Centro) del puerto. Esto, a su vez hizo prevalecer un severo ambiente de pánico, confusión y desesperación ya que hasta entonces Acapulco no contaba con energía eléctrica.
Gran parte de las orillas de la bahía de Santa Lucía resintieron los embates de las olas que inundaron playas, campos, huertas y muchos lugares que en 1907 aún no estaban poblados en la ciudad.
El seismo se sintió en distintos puntos del país cercanos al centro y costa sur: como en la Ciudad de México donde múltiples construcciones sufrieron cuarteaduras siendo afectados el Palacio Nacional, la Catedral y los templos de Santo Domingo y Santa María la Redonda. También se reportaron daños en el Colegio Salesiano así como en varias casas. En las calles se abrieron numerosas grietas en el pavimento en varios puntos, siendo la más notable, una de 218 metros de largo. Se registró un herido y un muerto.
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