La Matanza de Cholula, fue un ataque realizado por las fuerzas militares del conquistador español Hernán Cortés en su trayectoria a la ciudad de México-Tenochtitlan en el año de 1519. De acuerdo a los cronistas y al propio Hernán Cortés, se trató de una acción preventiva por la sospecha de una posible emboscada dentro de la ciudad de Cholula donde habían sido recibidos. El resultado fue la muerte de 5 000 o 6 000 cholultecas, en su mayoría civiles desarmados en un período no mayor a seis horas.
Una pequeña comitiva cholulteca salió a recibir a las fuerzas de Cortés. Después de presentar los acostumbrados regalos, se excusaron con Cortés por no haber asistido a Tlaxcala, debido a la rivalidad existente con dicho pueblo, por lo misma razón dieron la bienvenida a los españoles y totonacas, pero pidieron que los tlaxcaltecas no entraran a la ciudad.
Cortés actuó de forma política y comprendiendo la petición de los cholultecas, ordenó a los tlaxcaltecas acampar fuera de la ciudad, solamente los españoles, totonacas y unos pocos tamemes tlaxcaltecas entraron a Cholula ante la mirada de expectación de sus habitantes. Cortés describió el sitio como una gran ciudad con más de 20 000 casas, y más de 400 torres.
Durante dos días los cholultecas se mostraron hospitalarios con los españoles a quienes además de hospedaje proveyeron de alimentación, pero al tercer día, los jefes cholultecas parecían rehuir el contacto con los europeos. Por otra parte, los totonacas avisaron a Cortés que habían detectado hoyos disimulados en las calles de la ciudad que pretendían servir de trampa a los caballos, y que se habían percatado del sacrificio de algunos niños a los dioses de la guerra, lo cual era un ritual acostumbrado que siempre precedía inequívocamente el incio de las acciones bélicas.
Cortés alertó a sus hombresy se propuso iniciar una acción preventiva de ataque para tomar de sorpresa a los cholultecas.
A la mañana siguiente, 18 de octubre de 1519, Cortés le dijo a los gobernantes y sacerdotes cholultecas que estaba enterado del complot y los puso bajo arresto, después se disparó un tiro de escopeta al aire, lo cual fue la señal para el inicio de las hostilidades. Los españoles con arcabuces, ballestas y el acero de sus espadas tomaron desprevenidos a los cholultecas, los aliados tlaxcaltecas y totonacas arremetieron con una furia incontrolable robando sal y algodón, matando y tomando cautivos. El plan resultó, murieron entre 5 000 y 6 000 cholultecas, un gran porcentaje de ellos civiles desarmados.
Cortés se reunió con los dirigentes que habían sobrevivido y pactó con ellos, les pidió dejar de realizar sacrificios y actos de canibalismo, así como dejar su religión para convertirlos al cristianismo. Al principio rehusaron la idea de destruir a sus ídolos, pero finalmente se convirtieron en aliados de los españoles. Los prisioneros capturados por los tlaxcaltecas fueron puestos en libertad. Cinco días más tarde, la ciudad regresó a su actividad normal como si nada hubiera sucedido. Desde Tenochtitlan, Moctezuma siguió enviando mensajeros con valiosos regalos de oro con la intención de disuadir el avance de los españoles, lo cual solo fue un aliciente para despertar la ambición en ellos. Después de un total de catorce días de estancia en Cholula, el contingente español continuó su marcha hacia México-Tenochtitlan.
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