El 12 de octubre el avión Fairchild Hiller FH-227 perteneciente a la Fuerza Aérea Uruguaya partió del Aeropuerto Internacional de Carrasco transportando al equipo de rugby del club de ex alumnos del Colegio Stella Maris de Montevideo, que se dirigía a jugar un partido contra el Old Boys de Santiago de Chile.
El mal tiempo les obligó a detenerse en el aeropuerto El Plumerillo, en la ciudad de Mendoza, Argentina, donde pasaron la noche.
El vuelo continuó por la tarde del 13 de octubre con destino a Santiago de Chile. Debido a un fatal error de navegación, el piloto notificó a los controladores aéreos una posición con un error de más de 100 km, que dificultó posteriormente las tareas de rescate.
Al momento de iniciarse el accidente, el Fairchild iba a unos 6.000 m de altitud, por lo que no sobrevolaba los Andes, sino que los atravesaba por una ruta de alturas intermedias en un corredor aéreo.El avión comenzó el descenso por instrumentos entre la niebla de una tormenta en desarrollo. Mientras todavía se encontraba sobre las montañas, el piloto creyó, debido a un nuevo error de navegación, que habían ya traspasado totalmente el cordón montañoso, siendo que apenas habían traspuesto las primeras corridas de altas cumbres; viró entonces hacia el Norte.
La aeronave se encaró a un pico, golpeándolo con la cola. El aparato golpeó una segunda vez un risco, perdiendo el ala derecha, que fue lanzada hacia atrás con tal fuerza que cortó la cola del aparato y dejó abierto el interior en la parte posterior del fuselaje. De este desprendimiento, salieron al menos dos filas de asientos y al impactar contra la montaña, murieron instantáneamente cinco personas.
Al golpear el avión por tercera vez en un segundo pico, perdió el ala izquierda, quedando en vuelo únicamente su fuselaje. Éste, aún con bastante velocidad, golpeó tangencialmente el terreno nevado y resbaló por una amplia ladera nevada y empinada de más de 4 km de largo hasta detenerse en un banco de nieve.
El sitio donde quedó el avión es una pendiente de los Andes que mira al este, a 3.500 msnm, en el Glaciar de las Lágrimas (alta cuenca del río Atuel), distrito El Sosneado, San Rafael, Mendoza, Argentina, a solo 1.200 m de la frontera argentino-chilena, pero a mucha menor altura, pues ésta allí alcanza altitudes de hasta 4.770 msnm.
De las 45 personas en el avión, trece murieron en el accidente o poco después; otros cuatro habían fallecido a la mañana siguiente, y el octavo día, murió una pasajera debido a sus lesiones. Muchos de los fallecidos quedaron comprimidos entre asientos o atrapados por ellos mismos. El 11 de diciembre hubo el ultimo fallecido.
Los 27 restantes hicieron frente a las duras condiciones ambientales (-25 a -42 °C) de supervivencia en las montañas congeladas, aún en plena época de nevadas, en medio de la primavera austral. Durante varios días las partidas de rescate intentaron localizar los restos del avión sin éxito.
El grupo pudo sobrevivir durante 72 días y no morir por inanición gracias a la decisión de alimentarse de la carne de sus compañeros muertos. Tres supervivientes deciden al final ir en busca de ayuda, aunque sólo dos al final lo consiguen. Durante los días 22 y 23 de Diciembre son rescatados los 14 supervivientes que permanecían junto al fuselaje del avión accidentado.
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