El 28 de junio de 1914, en la ciudad de Sarajevo, Gavrilo Princip, un miembro del grupo nacionalista Joven Bosnia, asesina al archiduque Francisco Fernando de Austria, heredero de la Corona del Imperio austrohúngaro, así como a su esposa, la condesa Sofía Chotek. Este atentado de Sarajevo resultó ser el detonante inmediato de la Primera Guerra Mundial.
En 1878, Bosnia y Herzegovina fueron ocupadas por el Imperio Austrohúngaro, anexionándoselas dicho Imperio en el año 1908. Una parte importante de la población del territorio, especialmente los habitantes serbios, se oponían a esta ocupación y deseaban la unificación del territorio, bien fuese, con Serbia o con otros países eslavos. Este resentimiento es el que se halla en el origen del atentado. El grupo Joven Bosnia, integrado por jovenes estudiantes anarquistas con ayuda de la organización Mano Negra, planificaron el asesinato.
Los conspiradores carecían de cualquier experiencia en el manejo de las armas, y tan sólo por una extraordinaria sucesión de coincidencias lograron el éxito final para sus propósitos. A las 10:15 horas de la mañana, el cortejo de seis vehículos pasó ante el primer miembro del grupo, que intentó apuntar desde la ventana de un piso alto, aunque no logra obtener un buen ángulo de tiro, decidiendo no disparar para no comprometer el éxito de la misión. El segundo miembro, arrojó una bomba contra el vehículo del archiduque, pero falló el lanzamiento: Francisco Fernando, que cogió la bomba con sus propias manos, la lanzó fuera del vehículo; la explosión destruyó al vehículo que seguía al del archiduque, hiriendo gravemente a los pasajeros del mismo, así como a un policía y a parte del gentío de espectadores. El terrorista tragó su cápsula de cianuro y se arrojó al río Miljacka. La caravana de vehículos se dirigió hacia el Ayuntamiento de la ciudad, mientras que la muchedumbre se dispersaba debido al momento de pánico. Respecto de otros componentes del grupo terrorista, algunos huyen al oír la explosión, presumiendo que el archiduque ha sido asesinado.
El resto de los conspiradores no tuvo oportunidad de actuar debido a los movimientos de la muchedumbre, y el atentado estaba a punto, pues, de resultar un estrepitoso fracaso. No obstante, el archiduque decidió encaminarse hacia el hospital para efectuar una visita a las víctimas de la bomba allí ingresadas. Durante este tiempo, Gavrilo Princip, uno de los conspiradores, vió al coche del archiduque Francisco Fernando pasar por las cercanías del Puente Latino. Princip alcanzó el vehículo y disparó por dos veces: la primera bala atravesó la puerta del vehículo alcanzando a la archiduquesa en el abdomen, mientras que la segunda bala hirió a Francisco Fernando en el cuello. Ambos fueron inmediatamente llevados a la residencia del gobernador, falleciendo unos quince minutos más tarde a consecuencia de las heridas recibidas.
Princip intentó suicidarse, en primer lugar mediante la ingesta de la cápsula de cianuro, y luego incluso con su propia pistola, pero vomitó el veneno, y la pistola le fue arrancada de las manos por un grupo de espectadores antes de que tuviese siquiera tiempo para utilizarla contra sí mismo.
El Imperio austrohúngaro acusó a Serbia del asesinato, imponiendo un ultimatum. Serbia, no pudiendo cumplir con las condiciones que le imponía Austria. Al final, Austria-Hungría declaró la guerra a Serbia, desencadenándose la Primera Guerra Mundial.
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