La Catástrofe de Courrières fue el peor accidente minero registrado en Francia y Europa, y que provocó la muerte de 1.099 mineros en el norte de Francia, el 10 de marzo de 1906. Fue una explosión causada por la ignición de polvo de carbón cuya causa no fue conocida, y que devastó totalmente la mina. El nombre derivó a partir de que la compañía que operaba la mina se llamara Compagnie des mines de houille de Courrières (Compañía de minas de hulla de Courrières) -fundada en 1852- localizada entre los pueblos de Méricourt (404 muertos), Sallaumines (304 muertos), Billy Montigny (114 muertos), y Noyelles-sous-Lens (102 muertos), cerca de 2 kilómetros al este de Lens, en el Paso de Calais, y a aproximadamente 220 kilómetros de Paris.
Los pozos de la compañía databan de la época del segundo imperio, y tenían importantes túneles de hulla; el trabajo de extracción se efectuaba a una profundidad de entre 326 y 340 metros.
Una gran explosión -extremadamente violenta- se escuchó a las 6:34 de la mañana del sábado 10 de marzo de 1906. Una jaula del elevador subterráneo del túnel 3 salió proyectada por los aires, dañando las obras de bocamina; ventanas y techos fueron derribados en superficie. Una jaula del túnel 4 fue extraída conteniendo sólo muertos y víctimas inconscientes.
El accidente dio una cifra oficial de 1.099 víctimas, de los cerca de 1.800 mineros que se encontraban ahí aquel día, pero el número real fue probablemente superior en razón de la presencia de trabajadores"irregulares", cuyos decesos no fueron imputados a este accidente. Además, la mayor parte de los obreros murieron asfixiados o quemados por las ráfagas ardientes de gas tóxico. Solamente 576 mineros consiguieron escapar de la catástrofe. Al informe debe añadirse aún la muerte de al menos 16 rescatistas que intervinieron bajo precarias condiciones de higiene y seguridad.
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